Mi tratamiento

Método sistémico por objetivos.

¿Vives a remolque de la vida que crees que te ha tocado vivir? ¿Es por ello que en muchas ocasiones necesitas escapar?

Cuando repites una acción, una y otra vez, normalizas esta conducta creando un patrón. ¿Te cuestionas qué te está sucediendo, cómo te estás sintiendo o qué quieres hacer? Vivimos a corriente de nuestras creencias aprendidas, ya que muchas veces interpretamos que nos duele menos seguir actuando de la misma manera, que cambiar.

Te invito a aprender a ser honesto (hacia ti mismo), recogerte hacia dentro, observar y ver con claridad. Tomar conciencia de cómo actúas, qué es lo que quieres y qué te impide recorrer tu camino, para poder decidir de una manera auténtica y sana hacia qué lugar quieres dirigirte y hasta dónde quieres llegar.

Cuando logras ser consciente de lo que quieres, te sitúas en un zona de Responsabilidad, entendiendo ésta como la habilidad de responder a lo que te sucede. Abandonas la figura de Víctima, dejando de culpar a tu entorno como el responsable de todos tus problemas y obtienes capacidad para tomar decisiones libremente, sin ser esclavo de tu contexto ni de tus creencias limitantes.

Coraje es decidir por ti, dejar de seguir lo que crees que debes hacer y empezar a tomar el rumbo que te haga conectar con lo que realmente quieres y eres, y como consecuencia sentirte vivo y pleno. Atreverte a descubrir qué hay detrás del temor y la incertidumbre. Entrar en ese lugar donde nace la coherencia y la intensidad, aceptando el cambio como parte natural de tu proceso, estando dispuesto a salir del círculo donde vives dando tumbos para mantenerte seguro. El coraje no es innato, se practica.

Para confiar debes empezar a desapegarte de tus propios pensamientos que necesitan siempre de un plano temporal para seguir existiendo. O estás en el pasado regodeándote con el dolor de esa vivencia negativa que ocurrió, o estás situado en el futuro controlando todo en cualquier momento para evitar volver a sufrir.

La vida es hacer y dejarla hacer. Sin confianza plena en ti y en ella, jamás conseguirás encontrarte en movimiento. Para ello, antes debes aprender a sentir la vida tal cual es, cómoda e incómoda y comprender la función de tu mente, siendo esto lo que te dé la confianza suficiente para aprender a manejarte en la incertidumbre y la adversidad, y sólo así, dejar de repetir los mismos patrones de siempre que justifican en estos momentos tus corazas, las que en pocas ocasiones te permiten vivir siendo tú.

Confiar es aprender a vivir en la dirección que elijas, permitiéndote no temer a lo que vaya a suceder.